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Todos piensan que tienen la última palabra acerca del uso de tapabocas


Lun. 06/04/2020

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No sé si a Uds. les pasa lo mismo, pero cuando salgo a afuera y paso al lado de otra persona, me contengo la respiración hasta alejarme por una distancia significativa. El 1º de abril se publicó en la revista The Atlantic un artículo muy interesante sobre la evidencia respecto al uso de tapaboca. La revista The Atlantic fue fundada hace más de 150 años en Boston y es considerada una de las 10 revistas más importante por el Chicago Tribune. Tiene una tirada de más de 500.000 ejemplares de forma mensual. Ed Yong, es un periodista científico muy respetado con publicaciones previas en Nature, Science, The Guardian, The Times, New York Times. En este artículo, realiza un análisis pormenorizado de la evidencia acerca del uso de tapabocas, que pasamos a detallar junto con comentarios personales.

A medida que la pandemia del Coronavirus avanza, muchas personas se encuentran pensando cosas que precisamente no lo hacían. ¿Puedo salir afuera? ¿Qué pasa si estoy caminando y me cruzo con otra persona? ¿Qué pasa si salgo a correr y me cruzo con otro corredor y la calle es estrecha? ¿Debo contener la respiración? Súbitamente parecería que las cosas más mundanas requieren una estrategia bien pensada para afrontarlas.

Mucha de esta confusión se origina del cambio en la conversación alrededor de la pandemia. Hasta hace poco, la opinión oficial era que el nuevo Coronavirus, SARS-CoV-2 podía ser transmitido solo mediante contacto cercano con personas infectadas o superficies contaminadas. Sin embargo, recientemente las noticias han sugerido que el mismo puede ser transmitido por el aire. Luego de que 60 miembros del coro del estado de Washington ensayaran juntos, 45 se enfermaron aun cuando todos estaban asintomáticos en el momento del ensayo. Cuando la periodista Deborah Copaken se enfermó con COVID-19, su doctor la “retó” por haber andado en bicicleta una semana antes. “Salir afuera con tanta carga viral en el aire no es seguro”, le dijo su médico. 

El autor confirma que luego de entrevistar a numerosos expertos en el tema, la conclusión es que aún es seguro circular afuera, y que de hecho debería estimularse en un grupo de personas por su salud mental. La distancia y la ventilación son claves y los espacios al aire libre ofrecen ambos. La distancia es más difícil de mantener en ciudades como Nueva York. Pero el concepto es que el riesgo está en la densidad de las personas y no en un tipo de grueso miasma viral que invade el aire. 

¿El Coronavirus viaja por el aire? ¿Deberíamos estar todos con máscaras?

La palabra aerotransportado en el ámbito de la salud pública tiene un significado técnico que no es simplemente transportado por el aire. Cuando alguien está infectado con un virus, emite partículas virales cada vez que habla, tose o estornuda. Estas partículas están cubiertas por moco, saliva y agua. Las partículas más grandes caen antes de evaporarse y por lo tanto se depositan en sitios cercanos y constituyen las micro gotas. Las gotas más pequeñas se evaporan más rápido de lo que se caen, dejando de esta forma al virus seco flotando en el aire y a la deriva por mayor distancia, estos son los llamados aerosoles. Cuando la OMS dice que el coronavirus no es aerotransportado, está diciendo que el virus se disemina principalmente a través de las micro gotas que caen directamente en superficies cercanas, quedan en las manos y de ahí a la cara. Don Milton, experto en transmisión por aerosoles de la Universidad de Maryland dice que este mensaje de la OMS “es irresponsable”. La comunidad científica ni siquiera tiene claro si la transmisión por aerosoles es importante para la gripe (que ha estado por años con nosotros), “por lo que aseverar que luego de 3 meses el coronavirus no es aerotransportado es incorrecto”. Milton y otros expertos que estudian cómo se transportan los virus en el aire, dicen que la distinción tradicional en micro gotas de corto alcance y de aerosoles de largo alcance está basada en ciencia anticuada. Lydia Bourouiba del MIT (Harvard-MIT Health Sciences and Technology), ha demostrado que la exhalación, los estornudos y la tos generan nubes de movimiento rápido que están compuestas por micro gotas y aerosoles que alcanzan distancias mucho mayores que los estudios anteriores. 

La pregunta no es si el virus es aerotransportado. Está claro que sí lo es. Lo más importante es que distancia alcanza y que estabilidad y riesgo de contagiar tiene al final de su trayecto.

Algunos estudios experimentales han demostrado que el virus puede quedar durante horas en el ambiente dentro de una nube de aerosoles. Sin embargo, “estos estudios son experimentales y no reflejan lo que ocurre cuando estás caminando por la calle” dice Saskia Popescu de la Universidad de George Mason. Este tipo de estudios experimentales tienen mayor aplicación para las maniobras médicas invasivas como la intubación orotraqueal. Otro estudio realizado por Joshua Santarpia de la Universidad de Nebraska, muestra que existen rastros de ARN viral en varios sitios dentro de la habitación ocupada por un paciente COVID-19 positivo, incluso levemente sintomático. Esto no es una causa de alarma ya que encontrar el ARN es como la huella dactilar en la escena del crimen. Hasta ahora el equipo de Nebraska no ha logrado recuperar virus vivo en las muestras de aire. En el caso que se encuentre virus vivo en las muestras de aire, esto tampoco es un elemento de alarma ya que hay que definir qué tan concentrado debe ser el mismo para poder llegar a infectar a otro individuo en el mismo cuarto. “Esta pregunta no tiene respuesta aún y probablemente no lo tenga por muchos años” dice Bill Hanage, epidemiólogo de la Universidad de Harvard.

¿Es seguro salir afuera?

Aunque las partículas virales puedan trasladarse en el aire, la densidad de las mismas disminuye a medida que se alejan de la fuente de contagio. Estar afuera está bien siempre y cuando no se esté en aglomeraciones. 

En febrero, científicos de Wuhan, tomaron muestras del aire en varios sectores públicos y demostraron que el virus era indetectable o en muy bajas concentraciones. Las únicas excepciones fueron en dos sitios de aglomeración: fuera de una tienda y fuera del hospital. En estos, el metro cúbico de aire tenía menos de una docena de partículas virales (en un estudio realizado en 2003 en referencia al virus SARS se estimó que se requieren entre 43 y 280 partículas virales para determinar una infección). 

¿Debo usar una máscara?

Para el personal de salud la respuesta es que sí. ¿Qué tipo de máscaras? La OMS y el CDC recomiendan que el personal de salud debe usar máscaras quirúrgicas comunes y usar las 

máscaras N95 al realizar procedimientos que puedan generar aerosoles. Sin embargo, esas recomendaciones asumen que el virus no es aerotransportado.

Para el resto de la población el debate es aún mayor. Por meses la OMS, el CDC y otras agencias han recomendado a la población a no usar máscaras a no ser que tengan COVID-19+ o estén cuidando a pacientes con COVID-19+. Al mismo tiempo estamos enfrentando una demanda inusitada de máscaras quirúrgicas cuyo abastecimiento está siendo escaso debido a la limitada producción y el aumento exponencial de casos. Si las máscaras son limitadas, conservarlas para aquellos que más la necesitan tiene sentido. En las últimas semanas esta tensión aumentó al salir artículos de opinión y científicos en los que se recomendaba que los países occidentales sigan el ejemplo de Asia Oriental en el uso universal de las máscaras. Su uso se tornó obligatorio en Austria para todo individuo que ingresa a un supermercado, y a todo aquel que sale de su casa en República Checa y Eslovaquia. En los Estados Unidos, el lunes, el director del CDC Robert Redfield confirmó que la agencia está contemplando un cambio en la recomendación.  Si el virus es aerotransportado, parecería lógico que el uso de máscaras quirúrgicas pudiera bloquearlo. Varios estudios previos han demostrado que el uso de estas máscaras reduce el riesgo de transmisión del virus de la gripe e incluso reduce la transmisión de SARS al ser combinadas con el uso de guantes y lavado de manos. Sin embargo, existe también evidencia de lo opuesto. 

Sigue igual habiendo un buen argumento a favor del uso de máscaras dado que aunque puede no evitar que el virus ingrese, podría evitar que el virus salga. Su uso podría ser fundamental en evitar que otros se infecten. Esto adquiere gran relevancia desde el momento que un porcentaje muy importante de los pacientes COVID-19+ son asintomáticos y potencialmente fuente de transmisión. Aunque algunos proponen que el uso masivo de máscaras fue clave para contener la enfermedad, esto no es tan así. China que impuso de forma temprana el uso masivo de máscaras, igual tuvo dificultad en la contención. Japón usa las mismas de forma universal también y sin embargo ahora está enfrentando un aumento en la incidencia. Singapur reservó el uso de máscaras solo a personal de la salud e igual logró aplanar la curva. Muchos de los países que aboga en favor del uso masivo de máscaras, también se apoyan en otras medidas como son el testeo extenso, distanciamiento social y muchos ya estaban preparados debido a la experiencia previa con la epidemia por SARS en el 2003.

En Asia las máscaras no son solo un escudo. Son también un símbolo de responsabilidad civil y social. De usarse de forma universal podrían reducir el estigma asociado a enfermedad de aquellos que sí la tienen.

Mientras terminamos de escribir este artículo, el CDC acaba de recomendar el uso de tapabocas en público cuando no es posible mantener la distancia social. Se jerarquiza que los mismos deben ser de tela y NO usar los tapabocas quirúrgicos o N95. Este aspecto es de suma relevancia para evitar generar una escasez en el sistema sanitario para aquellos que se encuentran en el frente de batalla. 

Momentos como estos sacan lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. Esperemos que el bien comunitario predomine y no veamos gente circulando con insumos que, por su escasez, pudieran poner en riesgo al sistema sanitario.


www.theatlantic.com/health/archive/2020/04/coronavirus-pandemic-airborne-go-outside-masks/609235/


www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/cloth-face-cover.html


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